El juego
Esta ha sido una clase muy especial y diferente, mucho más activa y divertida que otras. Empezamos con el juego Happy Salmón, que nos hizo movernos, reír y romper el hielo. Después, en grupos pequeños, tuvimos la oportunidad de jugar a tres juegos de mesa más, todos con estilos y reglas distintas. Esta experiencia me ha hecho reflexionar sobre cómo los niños pueden aprender muchas cosas importantes mientras juegan.
Antes pensaba que los juegos solo servían para divertirse, pero ahora entiendo que también pueden ayudar a desarrollar habilidades como la concentración, el cálculo mental, el pensamiento estratégico y el trabajo en equipo. Me ha llamado la atención que un juego tan simple pueda ser una herramienta educativa tan útil.
También he reflexionado sobre la parte emocional del juego. A veces los niños discuten o se frustran cuando pierden, pero eso también es una oportunidad para aprender a controlar sus emociones y a comunicarse mejor con los demás. En lugar de evitar los conflictos, los adultos podemos acompañar a los niños para que aprendan a expresar lo que sienten. Esto es algo que me parece muy importante desde el punto de vista educativo.
Además, este tipo de juegos ayudan a respetar las reglas, a esperar el turno y a convivir en grupo. Estas son experiencias que no se enseñan con libros, sino que se aprenden viviendo y compartiendo. Me gustaría seguir explorando cómo los juegos pueden formar parte del aprendizaje en las escuelas, especialmente en la educación infantil, donde los niños aprenden mucho a través del juego.
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