Gimacana grupal
Esta actividad ha sido una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel académico como personal. Desde el inicio, me llamó la atención la idea de combinar el aprendizaje de pedagogos históricos con un juego al estilo de Cluedo, donde teníamos que resolver un “crimen” educativo a través de pistas, pruebas, disfraces y trabajo en grupo. Me pareció una forma muy original de aprender, y mucho más motivadora que una clase teórica tradicional.
Durante la preparación, he aprendido mucho sobre Édouard Claparède y la historia de Suiza en el siglo XIX. Nuestro grupo decidió ambientar la estación suiza con elementos culturales como la bandera, música de Heidi, chocolates y quesos típicos, lo cual ayudó a que los demás compañeros pudieran identificar el país fácilmente. También pensamos en cómo adaptar el idioma: saludamos en alemán y francés, como en la realidad del país. Me di cuenta de que los pequeños detalles culturales hacen que el aprendizaje sea más significativo.
Personalmente, una de mis responsabilidades fue diseñar el mapa del juego, distribuyendo los países en el espacio del patio. Esta tarea me hizo reflexionar sobre la importancia de la organización espacial y la planificación en actividades colectivas. Gracias a esto, pude aportar una parte visual muy clara para ayudar a que el juego funcionara mejor.
Además, me gustó que el juego incluía preguntas de opción múltiple, retos físicos, actuación, mímica y trabajo cooperativo. Cada persona del grupo tenía un rol importante. Por ejemplo, una persona preparaba la presentación, otra se encargaba de las preguntas, y otra organizaba los materiales o los disfraces. Así, todos nos sentimos parte del proceso y nos respetamos mutuamente.
Lo que más me llevo es la idea de que se puede aprender jugando de forma profunda. Esta actividad me conectó con lo que ya sabía sobre gamificación, pero ahora lo he vivido de forma práctica. Me gustaría profundizar más en cómo se pueden usar este tipo de dinámicas en el aula, sobre todo en la enseñanza de historia o valores.
En conclusión, esta actividad me ha hecho reflexionar sobre nuevas maneras de enseñar, ha fortalecido mis habilidades de organización, creatividad y trabajo en grupo, y me ha dejado con ganas de seguir explorando el poder del juego como herramienta pedagógica.
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